Era el día perfecto. Estaba con él, como siempre había querido. Ellos estaban juntos, como desde hace meses había pretendido que ocurriera. Los demás estaban bien, éramos felices. Por fin, por una vez desde hacía semanas, incluso meses, todo iba a salir bien, bien, bien... Pero como siempre, me equivoqué. ¿Qué había pasado con él ?
Me olvide de mi promesa, me olvidé de todo...
Pero no me borres de tu vida, porque te sigo queriendo.
Tómalo como una súplica.
No hay comentarios:
Publicar un comentario